Otra receta insiparada en la quinoa, sólo que esta vez con copos de quinoa en vez de harina.
Entre los retos de esta receta más allá de sustituír el azúcar por el néctar de agave arihuá, estaba en conseguir el dorado o glaseado que en la receta original obtenían con zumo de limón y azúcar glas.
Conseguido, el sabor, brutal, y el dorado realmente lo hacía más apetecible… y sin azúcar.
Ingredientes:
- 3 huevos
- 1 yogur de limón
- 2 medidas de yogur de néctar de agave arihuá
- 1 medida de copos de quinoa de Oro de los Andes
- 3 medidas de harina de espelta
- 1/2 sobre de levadura
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- la ralladura de un limón
Para el dorado o glaseado
El zumo de medio limón, un chorro de aceite de oliva, 4 cucharadas de néctar de agave arihuá.
Preparación:
Precalentar el horno a 180 grados, y engrasar un molde rectangular
En un bol ponemos los huevos, el yogur, el néctar de agave arihuá y batimos bien.
Le añadimos la ralladura del limón, el jengibre, la sal, el aceite y batimos.
Tamizamos la harina con la levadura y se la hechamos a poquitos; añadimos los copos de quinoa y volvemos a batir hasta conseguir una masa homogénea.
Vertemos en el molde y horneamos unos 50-55 minutos.
Para obtener el dorado, untamos la mezcla durante los últimos 10 minutos del horneado.
Delicioso, la combinación de limón, jengibre y arihuá es realmente espectacular.